Las mejores formas de anudar pañuelos de seda para mujer - Perfectos para looks diarios

Pañuelos de seda es más versátil de lo que imaginamos. Una mujer que realmente sabe cómo vestir puede no tener un amplio armario, pero sin duda poseerá muchas bufandas que cubran todas las estaciones. Aprovecha el fin de semana para elegir algunos pañuelos adecuados para ti. Domina estas técnicas de anudado de pañuelos de seda, y hasta la camiseta blanca más sencilla hará girar cabezas.

Pañuelos de seda

 

1. El nudo Hepburn: Jugueteo clásico para pañuelos de seda

 

¿Recuerdas el pañuelo que ondeaba alrededor del cuello de la princesa fugitiva en Vacaciones en Roma? Parecía un hada encantadora. Este estilo de atado es popular desde los años cincuenta. Basta con enrollar el pañuelo cuadrado más pequeño en una tira larga, enrollarlo una vez alrededor del cuello y hacer un nudo en el lateral. Este nudo tiene un encanto vintage inherente. Combinado con una camiseta de cuello redondo o un jersey de punto, añade al instante un toque de alegría, transformando conjuntos corrientes en looks juveniles y aniñados.

 

2. Nudo princesa: El estilo elegante y sofisticado de los pañuelos de seda

 

Comparado con el encanto juguetón del nudo Hepburn, el nudo princesa desprende mayor elegancia y aplomo, lo que lo convierte en una elección infalible incluso para ocasiones formales. Su método de anudado es sencillo, similar al de un nudo de pañuelo rojo, con el lazo colocado en el centro. Combinado con un pañuelo grande, crea más caída y un efecto decorativo más intenso. Contrarresta a la perfección el aire relajado de prendas desenfadadas como los jerséis oversize o las gabardinas, elevando al instante todo el look con sofisticación y aplomo.

 

3. Drape Knot: La solución dinámica para pañuelos de seda

 

El nudo drapeado funciona mejor con pañuelos de seda estrechos. A la directora de moda de Vogue Ucrania, Julie Pelipas, le gusta especialmente este estilo. Basta con pasar el pañuelo estrecho alrededor del cuello una vez, dejándolo colgar suelto a un lado o entrecruzado por delante y por detrás para conseguir un efecto juguetón. Cuando se llevan prendas estructuradas o formales, como americanas o camisas, este nudo drapeado inyecta encanto y vitalidad sin esfuerzo, transformando conjuntos serios en conjuntos relajados y cómodos.

 

4. Estilo gargantilla: El delicado encanto adelgazante de los pañuelos de seda

 

Transformar un pañuelo en una gargantilla es sorprendentemente sencillo: dobla un pañuelo pequeño por la mitad, enróllalo en forma de tubo, enróllalo una vez alrededor del cuello y mete el nudo por detrás de la nuca. Este estilo queda mejor a quienes tienen el cuello fino y la cara pequeña. Combinado con cuellos de camisa, cuellos en V o escotes sin hombros, acentúa el escote y realza la elegancia. Añade un toque de sofisticación a las camisetas sencillas, sobre todo cuando se lleva con conjuntos sin hombros, resaltando el encanto femenino de las elegantes clavículas.

 

5. El estilo envolvente: Las versátiles técnicas creativas de los pañuelos de seda

 

Comparado con los estilos anteriores, el estilo envolvente es más chic por su variada presentación. Podemos utilizar los pañuelos de seda como diademas que se enrollan alrededor de la cabeza o como coleteros que sujetan las puntas del pelo, perfectos para las vacaciones. Cuando sopla la brisa marina, el pañuelo ondea suavemente, desprendiendo un aire romántico. Por supuesto, también se puede colgar alrededor de la cintura como un elegante cinturón que realza los vestidos sencillos o los vaqueros. Si lo anudas alrededor de la muñeca, el tobillo o incluso la correa del bolso, añadirás un toque único a estos pequeños detalles.
Dominar estas técnicas de peinado con pañuelo de seda permite que el mismo pañuelo brille de diferentes maneras en diversas ocasiones, satisfaciendo sin esfuerzo todas sus necesidades de atuendo y haciendo que cada aparición sea de una belleza única.

La verdad es que no hay muchas reglas a la hora de elegir un pañuelo. Es como conocer a alguien que congenia contigo entre la multitud: la primera impresión suele ser acertada. Cuando lo toques, tus dedos te dirán si te gusta la suavidad de la seda o prefieres la textura satisfactoria con un toque de grano. Prueba a colgártelo del cuello y sabrás al instante si puede mantenerte caliente durante el frío del aire acondicionado de la oficina o complementar el ambiente desenfadado de las compras del fin de semana.

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